1200 - Ezequiel 47-48. Ríos de agua de vida. Ez 47:12

1200 – Ez 47:12 – Ezequiel 47-48. Ríos de agua de vida.Y junto al río, en la ribera, a uno y otro lado, crecerá toda clase de árboles frutales; sus hojas nunca caerán, ni faltará su fruto. A su tiempo madurará, porque sus aguas salen del santuario; y su fruto será para comer, y su hoja para medicina. Ezequiel finaliza el libro hablando del cambio geográfico que sufrirá la tierra de Israel en el milenio. Toda la tierra en el milenio será restaurada no redimida. La redención de la tierra será después del milenio con nuevo cielo y nueva tierra (Is 65:17-19; Ap 20:11; 21:1-2; Ro 8:19-21; 2Pe 3:7, 10). Ezequiel describe la tierra según la forma que tendrá durante el milenio. Un río sale del templo y de la ciudad hacia el Arabá, hasta llegar al mar. El agua del río produce vida en sus riberas. Al desembocar hacia el oriente en el Mar Muerto, el agua producirá nueva vida y muchos peces habitarán en él (Ez 47:1-12). Zacarías dice que el rio se dividirá en dos, hacia el occidente y hacia el oriente diciendo: “Acontecerá también en aquel día, que saldrán de Jerusalén aguas vivas, la mitad de ellas hacia el mar oriental, y la otra mitad hacia el mar occidental, en verano y en invierno.” (Zc 14:8). Otro cambio es que las fronteras exteriores de la tierra de Israel serán engrandecidas (Ez 47:13-23). Zacarías dice que será una gran llanura y lo llama valle de los montes (Zc 14:4,5,10). Además, estará dividida entre las tribus, según los nuevos límites. Los levitas poseerán su propia tierra; también la tendrán los hijos del príncipe (Ez 48:1–29). La ciudad tendrá tres puertas de entrada por cada lado. Cada puerta llevará el nombre de una de las doce tribus de Israel (Ez 48:30–35a). Finalmente, se le pone un nombre a la ciudad, la nueva ciudad se llamará “Jehová-sama” (Ez 48:35). Este nombre quiere decir “Jehová está allí”. El nombre representa la característica más significativa de la ciudad. Lo que faltaba a lo largo del libro llega a ser lo más importante: La presencia de Jehová.I. Las aguas de vida (Ez 47:1- 12). “Me hizo volver luego a la entrada de la casa; y he aquí aguas que salían de debajo del umbral de la casa hacia el oriente; porque la fachada de la casa estaba al oriente, y las aguas descendían de debajo, hacia el lado derecho de la casa, al sur del altar.” (Ez 47:1). Ezequiel fue llevado del atrio exterior del templo al atrio interior y a la entrada de la casa. Ahí vio aguas que salían de debajo del umbral de la casa, el templo milenial, hacia el oriente. El manantial brota de la presencia de Dios, va hacia el oriente y pasa por el lado derecho de la casa, al sur del altar. Zacarías registró que el agua que sale de Jerusalén se abrirá y una mitad correrá por el oriente hacia el mar Muerto y la otra hacia el occidente al Mediterráneo (Zc 14:8). Ezequiel siguió solamente una de las corrientes; la que va hacia el oriente. El río milenial se juntará con el río Jordán donde éste desemboca en el mar Muerto. Cuando el río se junte con el mar Muerto, éste recibirá sanidad de sus aguas (“se vuelven dulces”, NVI99). El mar Muerto se volverá dulce, pero sus pantanos y sus lagunas no se sanearán; quedarán para salinas. (Ez 47:8,11). “Y junto al río, en la ribera, a uno y otro lado, crecerá toda clase de árboles frutales; sus hojas nunca caerán, ni faltará su fruto. A su tiempo madurará, porque sus aguas salen del santuario; y su fruto será para comer, y su hoja para medicina.” (Ez 47:12). El Señor va a sustentar a Israel por medio de los árboles que producirán fruto todo el año en la ribera del río.