1165 - Jeremías 34-36. Eventos antes de la caída de Judá. Jer 35:17

1165 – Jer 35:17 - Jeremías 34-36. Eventos antes de la caída de Judá.Por tanto, así ha dicho Jehová Dios de los ejércitos, Dios de Israel: He aquí traeré yo sobre Judá y sobre todos los moradores de Jerusalén todo el mal que contra ellos he hablado; porque les hablé, y no oyeron; los llamé, y no han respondido.Después escribir el libro de consolación (Jer 30–33), Jeremías volvió a discutir el castigo por el que estaban a punto de pasar. El colapso del reino que había estado prediciendo (Jer 2–29) empezaría a realizarse prontamente. La catástrofe que padecería Judá es descrita en Jer 34-45 con: Eventos antes de la caída de Judá (Jer 34-36). En Jer 34-36 continúan con el tema del rechazo que empezó en Jer 26–29. El juicio era seguro porque el pueblo rechazó las advertencias de la palabra de Dios. Los eventos son: La infidelidad del pueblo (Jer 34). La fidelidad de los recabitas (Jer 35) y la quema del rollo (Jer 36).  Eventos durante la caída de Judá (Jer 37-39). Se detallan los acontecimientos: El encarcelamiento de Jeremías con las dos últimas advertencias al rey Sedequías (Jer 37-38) y la destrucción de Jerusalén (Jer 39). Eventos después de la caída de Judá (Jer 40-45). Se describen los acontecimientos: Jeremías con el remanente en Judá (Jer 40-42). Jeremías con el remanente en Egipto (Jer 43-44). El mensaje a Baruc (Jer 45). Solo en Jer 37-45 están cronológicamente los acontecimientos con los eventos durante y después de la caída de Judá. “Antes del quebrantamiento es la soberbia, Y antes de la caída la altivez de espíritu.” (Pr 16:18). I. La infidelidad del pueblo (Jer 34). El primer evento a describir antes de la caída de Jerusalén es la advertencia a Sedequías y al pueblo de Judá. 1. Advertencia a Sedequías (Jer 34:1-7). “Así ha dicho Jehová Dios de Israel: Ve y habla a Sedequías rey de Judá, y dile: Así ha dicho Jehová: He aquí yo entregaré esta ciudad al rey de Babilonia, y la quemará con fuego; y no escaparás tú de su mano, sino que ciertamente serás apresado, y en su mano serás entregado; y tus ojos verán los ojos del rey de Babilonia, y te hablará boca a boca, y en Babilonia entrarás” (Jer 34:2-3). Jerusalén y Sedequias no tenían ninguna opción de éxito peleando contra Babilonia. Jerusalén sería quemada y Sedequias capturado y llevado preso a Babilonia. Pero aun en medio del sufrimiento, Dios ofreció una promesa de paz. Debido a su rebelión, Sedequías pudo haber sido ejecutado por Nabucodonosor, pero Dios le prometió: No morirás a espada. Más bien, moriría en paz y recibiría un entierro adecuado y digno de un rey (en contraste con Joacim, Jer 22:18-19). (Jer 34:4-5). 2. Advertencia al pueblo (Jer 34:8-22). Jeremías recordó la historia para señalar una de las maldades practicada por el pueblo de Judá, la violación a la ley de la esclavitud de sus propios compatriotas. (Éx 21:2-11; Lv 25:39-55; Dt 15:12-18). Por breve tiempo aceptaron el pacto de libertad de los escalvos e hicieron volver a los compatriotas esclavos a su cargo. Dios los reprendió por su inconstancia recordándoles el pacto que Él había hecho con sus padres el día que los sacó de la esclavitud en Egipto (Jer 34:12-16). La ley exigía que cada siete años, el que tenía siervos debía liberar al esclavo hebreo. El castigo sería comparable a su pecado. Por tanto, irónicamente, Dios les daría a ellos libertad para que murieran a espada … pestilencia y … hambre (Jer 34:17-20).